jueves, 19 de febrero de 2009

- Libertad -

Desde el momento de nacer, comenzamos a formar parte de un ciclo que nunca elegimos: nacer, crecer, aprender, sentir, sufrir, disfrutar y morir. Unos nacen bajos, otros altos, otros gordos, otros delgados, otros feos, otros guapos, otros tontos y otros inteligentes... pero todos nacemos vivos, y estamos en una circunstancia, tiempo y lugar que tampoco elegimos. Por esto, podría decir que no somos libres, que estamos condenados a vivir en sociedad y con una mentalidad inculcada por lo que percibimos con el paso del tiempo de nuestro entorno; hay quien considera la vida un regalo, pero también quien la considera un castigo. Si un día te miras en el bolsillo y encuentras un caramelo, eres libre de tirarlo, comértelo o guardarlo; nunca se te ocurriría decir que el caramelo te está convirtiendo en esclavo ni te implicaría sufrimiento, puesto que el hecho de tirarlo te resultaría totalmente insignificante; con la vida puedes hacer algo parecido: o vives, o sobrevives, o mueres. Con esto quiero decir que, bajo mi punto de vista, pecamos de soberbia cuando gritamos diciendo que estamos atados a una vida impuesta que no queremos, que odiamos, que sufrimos y malgastamos... A parte de la capacidad inmensa de razonamiento y la necesidad constante de evolucionar, existe otra gran diferencia respecto a los demás animales, y es nuestra capacidad para quitarnos la vida. Hay animales que se suicidan, pero sin ningún tipo de razonamiento propio; es un comportamiento instintivo entre otros motivos, por el equilibrio de ecosistemas, o eso es lo que se cree, pero cualquier ser humano de un modo u otro posee una libertad constante para terminar con su vida, ya sea por inducción, o por voluntad propia. Somos dueños de esto, aunque ni lo pedimos ni lo creamos, y lo único que podemos hacer es afrontarlo o no, pero no tenemos derecho a reprochar nada porque... ¿A quién lo vas a hacer? ¿A nuestros padres? Seguramente si te han dado la vida, es porque ellos la consideran el mayor de los regalos... ¿A "Dios"? Probablemente no exista...
¿Y por qué escribo esto? Porque no soporto el ver actitudes agonizantes constantes, porque odio ver como la gente critica la vida sin ningún tipo de criterio... Si la odias y sufres constantemente, deja de ensuciar más la tuya y la de los demás. 
No elegiste el color ni el sabor del caramelo, tampoco el envoltorio, y tampoco las condiciones en los que te lo puedes comer, pero sean cuales sean sus características, nunca podrás decir que eres esclavo del mismo, puesto que siempre podrás tirarlo; quizá seas esclavo de prejuicios, quizá seas esclavo del sistema social, quizá seas esclavo de las modas o el materialismo, quizá seas esclavo de la superficialidad... Pero NO eres esclavo de la vida; eres y serás siempre el dueño de ti mismo... hagas lo que hagas, aunque sea simplemente permanecer o padecer, siempre lo harás con libertad; nadie te obliga a respirar.

1 comentario:

  1. ¿Vivir, sobrevivir o morir?
    Creo que sobre la gente que vive no hay que decir nada. En cuanto a los que sobreviven, son la mayoría de personas que siguen con esperanzas de encontrar algo que les haga vivir. Y por los que mueren, en fin...supongo que serán personas sin ganas ni para encontrar algo que les haga aprovechar lo que tiene. Somos dueños de nosotros mismo, sí, y libres de elegir entre esas tres opciones. No soy nadie para decir quien se equivoca o no al tomar esa elección.
    Hay gente que vive confundida, frustrada, desmotivada,...y por eso critican, cada uno se desahoga como quiere/puede, y eso no quiere decir que quieran morir...Hay quien necesita un empujoncito para ver las cosas más claras y poder decidir entonces.La gente que normalmente se queja no tiene razón ninguna para hacerlo, y quien debería quejarse, no lo hace.
    En fin, si te cansa ver todo eso, lo mejor es mirar hacia otro lado.

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