No seré yo el que elija por otros, pero tampoco permitiré que otros elijan por mí. Nadie nos preguntó ni cómo, ni cuándo, ni dónde. Simplemente nos trajeron a este mundo de firmes preceptos; un lugar y un tiempo con su propia moral impuesta, y quizá no importe si conseguimos o no llegar al final del camino, sino el haber podido escoger. La esperanza nos dará fuerzas, la injusticia, una razón más. Hasta que llegue el día en que podamos gritar juntos: "¡Ya no os necesitamos!". Y entonces, será su Final.
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